Sobre mí

María José Cerezo Merino, nacida en Zaragoza, España, en 1960, ha forjado una carrera en el ámbito de la administración, trabajando en sectores tan diversos como estudios económicos y construcción en Zaragoza y Málaga. Tras una pausa en 1989 para dedicarse a la crianza de sus hijas, María José retomó su actividad profesional en 2003 en el sector de la telefonía en Sevilla, culminando su carrera con su jubilación en 2017.

Autora de “La Vida, Cuando Duele el Alma” y “Vivir y ser feliz,” María José ofrece un relato autobiográfico que narra experiencias transformadoras de su infancia, revelando cómo estos eventos han moldeado su perspectiva sobre la vida y la interacción humana.

Inspirada por la dualidad entre la mente y el alma, ella compara ingeniosamente la mente con un vehículo de alta gama dirigido por un alma experimentada, explorando cómo este equilibrio influye en nuestras emociones y comportamientos.

Desde joven, María José se ha dedicado a la escritura de diarios, reflexiones y poemas, cultivando un interés profundo en temas como la física cuántica, experiencias cercanas a la muerte, autoayuda y motivación personal. Además, disfruta de una amplia gama de literatura, incluyendo novelas de aventuras, románticas y realistas.

A través de sus obras, María José se compromete a proporcionar herramientas que permitan a sus lectores afrontar desafíos y promover un crecimiento personal continuo. Sus obras no solo buscan educar y entretener, sino también apoyar a aquellos en su búsqueda de la felicidad personal, ofreciendo un testimonio de vida que inspira y empodera.

Anécdotas personales

Recuerdo cuando escribí mi primer relato a los ocho años.

Me sentía muy triste y diferente comparada con las niñas de mi edad, incluso con mis dos hermanas. Las lágrimas caían por mis mejillas sin poder detenerlas, mojando las hojas del cuaderno; apenas podía sostener el lápiz para seguir escribiendo. Guardaba todas estas emociones y sentimientos para mí, y aunque deseaba compartirlos con mi madre, nunca lo hice por temor a preocuparla. Ella siempre me decía: “Cariño, tranquila, ha sido mucho tiempo de convalecencia, todo se resolverá poco a poco.” Fueron tiempos muy difíciles.

Esos recuerdos han permanecido latentes en la memoria a lo largo de mi vida y han sido los que me impulsaron a ser resiliente, a superar desafíos y a crear mis propias motivaciones para conseguir mi propósito: “hacer y llegar donde llegaban los demás”. Tuve que trabajar duro, pero con constancia y dedicación lo conseguí. Pasado, posiblemente, el ecuador de mi vida pude entender lo que realmente me había sucedido. Ha sido un largo camino de aprendizaje y diversas vivencias, pero la escritura y la narrativa siempre han estado presentes en mi vida.

Cada capítulo de mis libros está impregnado de experiencias personales, reflexiones y estrategias para enfrentar la adversidad y superar los desafíos emocionales. Hoy puedo decir que he encontrado la felicidad personal que deseaba, que no está exenta de vivir momentos difíciles, desde luego, pero cuando lleguen sabré vivirlos con optimismo y esperanza,

porque sé ¡qué nada en esta vida es imposible!